Whinny, es una niña que hace parte de la experiencia educativa en el centro aeioTU Moravia en Medellín desde el 2018. Durante el tiempo que compartimos de manera presencial, Whinny siempre se mostró como una niña alegre, participativa, creativa y conversadora; además, siempre demostraba sentimientos de gratitud, simpatía y comprensión con sus compañeros y maestras.
Durante el tiempo de acogida en el centro, se evidenciaron retos en las dinámicas que involucraban a su familia; pues no se hacía visible un acompañamiento riguroso frente a las pautas de crianza y hábitos de higiene de Whinny. Desde el centro activamos protocolos de acercamiento con la familia para brindarle estrategias con el fin de que mejorara algunas prácticas que aseguraran el desarrollo integral y bienestar de la niña.
Debido a la pandemia, tuvimos la oportunidad de hacer un acompañamiento más cercano a través de una comunicación constante que nos permitió comprender un contexto familiar que antes no era fácil de identificar. La familia de Whinny atravesaba situaciones económicas y psicológicas particulares que a diario generaban tensión entre sus miembros, afectando el proceso de enseñanza de su hija.
Al entender que el contexto de los cuidadores es igual de importante al de los niños en su proceso, el equipo de trabajo del centro educativo Moravia (maestra, psicosocial, coordinadora y tallerista), inicio un plan estratégico para ayudar a la familia.
Gracias a la escucha activa, la observación, el seguimiento y la empatía que mostró el equipo, la familia de Whinny permitió la entrada a su casa de manera virtual, logrando una mejor comunicación y un trabajo conjunto, en donde Whinny y su familia comenzaron poco a poco a integrarse más, compartiendo más momentos de juego y experiencias que propiciaron interacciones más cálidas y que le permitieron a sus padres reconocer la importancia de su propio bienestar para poder acompañar los procesos de su hija.
Comprendimos entonces, que el bienestar del cuidador es muy importante para acompañar el desarrollo y aprendizaje del niño. Escuchar al adulto, comprender sus dinámicas, sus necesidades, permite que como maestros utilicemos estrategias integrales, que puedan asistir a todas las familias.
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