Uno de los grandes aprendizajes que nos ha dejado el COVID 19 es la necesidad y urgencia de enfocarnos en la educación integral de calidad para la primera infancia. La inequidad en este frente se ha hecho más evidente y es imperativo identificar y priorizar estas necesidades para no generar más brechas y garantizar que desarrollemos el potencial de TODOS los niños.
Al igual que para muchas organizaciones de diversos sectores, tamaños e industrias, en aeioTU, abrazamos esta crisis como una oportunidad de mirada introspectiva, de fortalecernos en la medida que buscábamos otras alternativas con flexibilidad, innovación una inmensa capacidad de adaptación.
Acoplamos nuestro modelo educativo y procesos de formación y acompañamiento a otros, a través de servicios no presenciales, virtuales, formatos híbridos, modalidades en casa y la plataforma digital. Logramos impactar la vida de más de 120.000 niños, 7.000 educadores y 99.000 familias gracias nuestros proyectos de operación directa, las consultorías y proyectos especiales en diversas ciudades y municipios de Colombia, así como en Panamá y México.
Durante este proceso también hemos identificado desafíos que van más allá de nuestra capacidad de innovación y flexibilidad. De las familias que hacen parte de nuestra operación en los centros públicos, 40% tiene acceso a través de computador, 50% a través de un teléfono inteligente y 10% cuenta con un teléfono celular. Adicional a esta información, a pesar de contar con las herramientas para poder acceder a los contenidos de educación a través de la virtualidad, muchos de ellos no tienen conectividad, especialmente en zonas rurales dispersas, lo que genera mayor brecha en poblaciones alejadas.
Así mismo, aunque nuestra Experiencia Educativa se caracteriza por la inclusión y participación de las familias y las comunidades, esta crisis también se ha caracterizado por el desafío que esto plantea para las familias que no están preparadas para un acompañamiento pedagógico de las magnitudes que esto implica. Especialmente para las familias más vulnerables, esto es un factor de desestabilización, pues muchos de ellos están vinculados a la economía informal y tienen que seguir produciendo su sustento, dejando a sus hijos, no al cuidado y la atención integral de nuestros centros, sino al de familiares, allegados o conocidos, con las consecuencias que esto conlleva.
Esta nueva realidad, ha tenido a la mayoría de los niños menores de 5 años en casa, a sus padres y cuidadores abrumados por la no continuidad de los procesos de aprendizaje de sus hijos y a los maestros inseguros de cómo apoyarlos. Un presente que brinda preguntas complejas sobre la educación, el rol del padre, la madre, del cuidador y del maestro, entre otros. Así mismo abre oportunidades para el dialogo reciproco y la participación de diversos actores en los diversos entornos de aprendizaje. Aflora la necesidad hoy más que nunca de fortalecer desarrollo de habilidades socio emocionales, el juego como estrategia de aprendizaje, el relacionamiento positivo y construcción de vínculos afectivos.
Estamos avanzando. Hoy hemos desarrollado Aprendiendo, una plataforma digital gratuita con más de 5 mil usuarios y más de 1.500 contenidos abiertos, dirigida para padres, cuidadores y maestros que tiene el propósito de llevar nuestra Experiencia Educativa más allá de las posibilidades que nos presentan las infraestructuras físicas. Nuestros centros privados implementan ya un modelo educativo hibrido, cercano a las necesidades de las familias, con modelos de atención virtual, maestra en casa y programas especiales a la medida. Nuestras consultorías y proyectos especiales se han enriquecido con herramientas digitales y flexibles que complementan procesos formativos divergentes y plurales en lenguajes.
Pensamos en el rol de la infraestructura educativa en este nuevo escenario. La deconstrucción del aula se convierte en una oportunidad de innovación para llevar la educación y atención de calidad a TODOS los niños, independientemente de sus posibilidades de acceso a tecnología y conectividad.
Esto es un esfuerzo que invita a la participación, flexibilidad y capacidad de adaptación de todos los sectores. Gobiernos, academia, maestros, organizaciones de la sociedad civil y sector privado somos llamados para reescribir un futuro que aún no sucede, pero en el cual podemos incidir y agregar valor al comprender las lecciones que este tiempo nos ha dado para crecer y mejorar, para seguir aportando al desarrollo del pleno potencial de la Primera Infancia. ¡Convencidos de que juntos podemos lograrlo!
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